12 jun. 2025

Trágica muerte de brasileño que se preparaba para viajar: Fue arrollado al caer sobre Madame Lynch

Un brasileño, que residía en el país hace siete años y estaba a días de emprender un viaje a Europa, falleció el último sábado en un accidente de tránsito. El ahora fallecido estaba volviendo de una casa de cambios.

accidente brasileño.png

El brasileño, identificado como Willas Ferreira, de 46 años, residía hace siete años en el país y tenía fijado para el jueves 12 un viaje a Irlanda.

Foto: Captura.

Un accidente de tránsito terminó con la vida de Willas Ferreira, un ciudadano brasileño de 46 años, que residía hace siete años en Paraguay e incluso contaba con cédula paraguaya.

El hombre circulaba a bordo de una motocicleta sobre la avenida Madame Lynch, cuando en la intersección con la avenida Primer Presidente, en Asunción, perdió el equilibrio de su biciclo, aparentemente a causa de una maniobra hecha por otro motociclista.

El conductor cayó al pavimento, donde circulaba un ómnibus de larga distancia a alta velocidad, el cual terminó pasándolo encima y provocándole inmediatamente la muerte.

A pesar de contar con el casco puesto, el hombre falleció a causa de un traumatismo craneoencefálico grave, que provocó su muerte de manera instantánea, según datos forenses.

Willas llegó hace siete años al país en compañía de su pareja y tras una reciente separación decidió abandonar el país, y por esa razón vendió su auto para poder financiar un viaje a Irlanda.

“Ya estaba acá hace siete años y tenía un pasaje para Irlanda. Vendió recién su auto, vendió sus muebles e iría a Europa. Ya estaba con sus pasajes comprados”, relató a Telefuro Amanda, amiga de Willas y propietaria de la moto que conducía al momento de su fallecimiento.

Lea más: Ciclista alcoholizado ocasiona accidente fatal, reporta la Policía en Limpio

El mismo retornaba de un local a donde fue a realizar el cambio de su dinero por moneda extranjera y estaba regresando para devolver la motocicleta que pidió prestada a la amiga, para poder movilizarse tras haber vendido su auto.

El chófer del colectivo, identificado como Gilberto Ovelar, de 56 años, manifestó no haber visto el momento en que el motociclista había caído.

“Según manifestaciones de otras personas, había un segundo biciclo que circulaba en el carril izquierdo, que hizo una maniobra que posiblemente desestabilizó al motociclista, quien lastimosamente cayó al pavimento en un momento en el que estaba pasando el ómnibus que le arrolló”, señaló sobre el caso el oficial de policía Jorge Agüero.

Más contenido de esta sección
La Fiscalía imputó a cinco policías del Departamento de Investigaciones de Ciudad del Este y a una abogada por privación de libertad y extorsión agravada, en un nuevo caso de supuesto apriete. La víctima fue obligada a pagar más de G. 200 millones para evitar el allanamiento de su vivienda.
Alberto Godoy, directivo de la Universidad Católica de Asunción (UCA), filial Caaguazú, confirmó un hecho de maltrato animal ocurrido durante el bautismo de la carrera de Veterinaria. Afirmó que no avala este tipo de conductas y que ya ordenó una investigación.
El presidente Santiago Peña ofreció a Carlos Pereira, consejero del Instituto de Previsión Social (IPS), tener a su cargo la intervención de la Municipalidad de Asunción, administrada por Óscar Nenecho Rodríguez.
Un conductor de Bolt terminó con heridas de arma blanca luego de ser atacado por un adolescente de 16 años que se hizo pasar por pasajero. En el interior del auto, que estaba en movimiento, hubo un forcejeo y terminaron impactando contra una columna. Este hecho de inseguridad ocurrió en Fernando de la Mora, zona Sur.
Meteorología prevé un jueves frío durante el amanecer y mucho más cálido con el correr de las horas. La máxima prevista será de entre 21 y 23°C en todo el país.
El Ministerio Público presentó acusación contra el ex ministro de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad), Óscar Boidanich, por lavado de dinero, frustración de la persecución y ejecución penal realizada por funcionarios en el caso Messer.
OSZAR »